Una de las cosas que cada creyente tiene que entender, es que no es posible vivir sin el poder de Dios. Hoy más que nunca antes, necesitamos del poder de Dios, y el poder de Dios es el Espíritu Santo, pero El no es un poder; el es una persona con poder. el es el único que convence al hombre de pecado, nadie puede decir que es pecador; si no fuera por el Espíritu Santo.
Jesús murió en la cruz, pago por nuestros pecados, pero Dios Espíritu Santo, es quien revela el sacrificio perfecto de Jesús en la cruz del Calvario, y convence al hombre de pecado, para que se arrepienta, y reciba salivación.
El Espíritu Santo, derramó su poder sobre la vida de Jesús para cumplir su ministerio en la tierra. De la misma manera, El quiere hacer con cada creyente que tenga relación eh intimidad con El, nuestras predicas y enseñanzas no serán efectivas sin el poder del Espíritu Santo.
La pregunta es, ¿Si Jesús necesitó del Espíritu Santo en su ministerio? ¿Cuanto más usted y yo necesitamos al Espíritu Santo más que a nuestra propia vida?
